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Herbicidas

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Las hierbas que crecen en los sembradíos resultan potenciales amenazas pues compiten por aire, agua y nutrientes. No son tan cándidas, tienen raíces profundas o tallos subterráneos que las hacen de difícil control. A lo largo de la historia han sido un problema para los sistemas agrícolas, así que sólo se han modificado los métodos para contenerlas. 

Primero se les arrancaba a mano, luego comenzó a usarse maquinaria jalada por animales y después motorizada como los tractores. En los años 40, los productos sintéticos irrumpieron en la escena agrícola y nacieron los herbicidas que sustituyeron a los métodos anteriores. 

Pero ¿qué son los herbicidas? se un producto químico que destruye herbáceas o impide su desarrollo, según el diccionario de la Real Academia. En la práctica agrícola se trata de un producto químico que impide el desarrollo de plantas indeseadas. ¿Qué significa herbicida? Viene de las palabras latinas “herba” y “cida”, esta última se traduce como matador o exterminador.

Herbicidas

Las hierbas son consideradas plagas y para su tratamiento se oferta una amplia gama de productos. Las etiquetas de éstos deben anotar la fórmula con los ingredientes activos que incluyen, así como las indicaciones de uso. 

Como productos de control, al evitar la competencia entre el yerbajo y el cultivo, su principal beneficio es permitir el mayor rendimiento de la producción para enfrentar la escasez de alimentos a precios más bajos. En el capítulo dedicado a este tema, en el libro “Manejo de malezas en países desarrollados”, publicado por la Agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se subraya que “usados juiciosamente” son productos seguros para el agricultor y de riesgo mínimo para el medio ambiente, cuando se aplican dentro de un sistema integrado de manejo de plagas.

La FAO avala que son los productos más usados en la Comunidad Europea, con una ventaja: representan el 10% de los plaguicidas considerados de baja toxicidad para los mamíferos, ya que “son propensos a la descomposición en los microbios, plantas y animales y no son comunes los problemas de residuos si se utilizan de acuerdo a las instrucciones de las etiquetas”, advierte el organismo internacional.

Los efecto de los herbicidas dependen del tipo pero los estudios más actuales aseguran que a pesar de que provocan un desequilibrio inicial en la actividad biológica del suelo, éste se recupera con el tiempo. En consecuencia, la persistencia del uso de herbicidas, así como las dosis utilizadas son el verdadero problema del uso de herbicidas. 

Actualmente, el glifosato es la sustancia activa más utilizada para campos agrícolas y jardines con césped, haciendo que los herbicidas más usados incluyan esta sustancia. 

Glifosato 

Es el nombre genérico de la sustancia N-fosfonometil glicina. Un herbicida de amplio espectro o no selectivo que ejerce su toxicidad sobre toda clase de vegetación. Tiene la capacidad de marchitar la mala hierba sin afectar el suelo, por lo que su aplicación sustituye la labranza previa a la siembra.

Su objetivo es inhibir una enzima encargada del crecimiento de la planta a través de la fotosíntesis. Esa enzima no se encuentra presente en el cuerpo humano ni en los animales. Se degrada microbiológicamente en un plazo de uno a cuatro meses, es soluble y se estima que sus efectos acumulativos tienen bajo impacto a mediano y largo plazo. 

Es una sustancia que se moviliza rápidamente por el cuerpo vegetal, por lo que es especialmente efectiva contra los follajes constantes. Por su modo de acción se acumula en el tejido encargado del desarrollo de los tallos, raíces y órganos de almacenamiento, divide las células vegetales y detiene su crecimiento. 

Herbicidas

Características de los herbicidas

Para resumir su proceso de producción, es decir cómo se hacen, hay que considerar al menos tres actividades. Primero, sintetizar el ingrediente activo en laboratorio. Segundo, desarrollar la fórmula que se preparará en forma líquida o en polvo.  Tercero, enviarlo a pruebas de campo antes de su comercialización, pues la fabricación de estos productos debe estar respaldada por investigación que avale su seguridad de uso y baja toxicidad.

La composición química de estos productos generalmente implica un agente químico adicional que permite la retención y la penetración del ingrediente activo. La fórmula también se desarrolla en función de que el producto sea seguro para el agricultor al aplicarlo. Es por esto que la mayoría se formulan para diluirse y poder usarse con fumigadora. Las fórmulas secas o granuladas son más limitadas; su mercado es el de las granjas pequeñas, donde pueden esparcirlo manualmente.

Tipos 

Su clasificación es bastante minuciosa. Se pueden ordenar por familias químicas, época de aplicación, selectividad y manera de actuar. De manera sencilla, esto se refiere a la sustancia activa que contienen, si deben aplicarse antes de la siembra o por una emergencia cuando ya se tiene el cultivo tendido. Incluso si se necesita quitar toda la vegetación o solo ciertas plantas.

El “tipo” de acción implica que el producto combata solo partes de la planta o la elimine completamente desde la raíz, mientras que el “modo” en que actúa tiene que ver con la regulación del desarrollo de la planta, es decir, la inhibición del proceso fotosintético hasta la destrucción de las membranas celulares. 

Los que tienen aplicación agrícola son aquellos diseñados exclusivamente para destruir la maleza que pone en riesgo una plantación, y se pueden usar de manera preventiva antes de realizar la siembra o cuando aparecen brotes que puedan afectar la productividad de la cosecha. 

Selectivos y totales

Un herbicida selectivo es aquel que acabará solo con tipos concretos de mala hierba, sin interferir con el huerto sobre el que se aplica, esto significa que eliminará a las malezas indeseadas sin atentar contra el resto de los cultivos. El control para césped es quizá el mejor ejemplo de cómo actúan los productos selectivos, pues aunque la mayoría del yerbajo de jardín se puede arrancar a mano, algunos jardineros optan por artículos disponibles en el mercado para acabar con él. 

Herbicidas

El primer paso siempre será identificar a las malas hierbas asociadas al terreno. En México, por ejemplo, las amenazas para el maíz, sorgo, trigo y frijol son distintas a las que atacan al café o al ajo. Así que dependiendo del problema, se seleccionará el producto.   

Dentro de los herbicidas selectivos para maíz destacan los de hojas ancha y gramíneas cuyo mecanismo de acción inhibe la biosintesis de aminoácidos (glifosato y nicosulfuron), inhibe la fotosíntesis (atrazina y bentazona), o bien, inhibe la división celular (metolaclor).  

En el caso del herbicida selectivo a sorgo los más comunes son el 2,4-D y dicamba, que erradican las malezas de hoja ancha, tanto las anuales como las de crecimiento perenne. 

Finalmente en el caso de un herbicida selectivo para trigo se encuentra los post emergentes para el control de zacates, los cuales se transportan por el follaje hasta llegar a los rizomas y se acumulan en los puntos de crecimiento interrumpiéndolo casi de inmediato. 

Herbicidas

El sistema que use el agricultor para el cuidado del ajo también dependerá de la época del año y la fase de desarrollo de la plantación, pues quizá en los primeros meses de desarrollo deberá aplicarse un herbicida asociado a una especie y, meses después, aplicar un producto diferente contra una hierba distinta. Es por eso que el yerbajo entra en la categoría de “plaga”.

Por otro lado casos como el del café, que puede ser especialmente delicado ante el uso incorrecto de cualquier sustancia, la recomendación es usar solo productos selectivos a los brotes específicos que aparezcan. 

La actividad de estos productos también es afectada por el clima, las condiciones del suelo, el tamaño de la aplicación y la forma en la que se aplican. 

Preemergentes y Postemergentes

Los selectivos de preemergencia se aplican a la tierra antes de que nazcan las malas hierbas. La mayoría de los productos se absorben por la raíz o los brotes de plántulas recién germinadas. Se utilizan en siembras verticales como maíz y tomate, pues su “selectividad” está delimitada al área en la que se emplea. Ejemplos de herbicidas pre emergentes en maíz y para tomate son los que se colocan antes de la siembra que tienen como característica adicional ser selectivos a la maleza de hoja angosta y ancha por sus alta consentración de Metolacloro. 

Un producto postemergente permite quitar aquellas plántulas que nacieron junto con el resto de la siembra, por lo que su “selectividad” es mucho más específica. Debe aplicarse sobre la maleza en sus primeros estados de desarrollo (5 cm de altura) cuando es aún joven.

En plantaciones de herbáceas, como el sorgo, el agricultor tiene el reto adicional de que se trata de cultivos con una alta competencia con pastos y plántulas, por lo que podrá echar mano de productos pre y post emergencia. 

Sistémicos y de contacto 

Otra forma de clasificarlos es por el lugar en el que se aplican; así, los residuales o de suelo  y los foliares o de hojas, son una manera de dividirlos. A su vez pueden subdividirse en razón de los que actúan de manera sistémica y los que lo hacen por contacto.

¿Qué es un herbicida sistémico? es aquel que circulan en el interior de la planta. Por ejemplo, un herbicida foliar se centra en la destrucción de hojas y tallos sin afectar la raíz pero,  los productos foliares sistémicos, que también se aplican sobre el follaje, son absorbidos por la planta y viajan a través de su savia hasta la raíz. 

Herbicidas

Se trata de productos que regularmente se usan para contener a las variedades de hoja ancha. La maleza de hoja ancha es un grupo de plantas muy variable pero la mayoría tiene flores y hojas con venas en forma de red, entre ellas destacan los giraloes, el quelite y el trompillo.

Por otro lado, los herbicidas aplicados al suelo o herbicida residual generalmente se emplean para eliminar brotes al pie de los árboles. Se aplican directamente sobre el terreno para crear una película que matará a los cotiledones que recién germinen y la traspasen. Sin embargo, no eliminan a la maleza ya existente o a la que hubiera brotado antes de la aplicación. 

Según su mecanismo de acción

El mecanismo de acción de un herbicida es la interferencia bioquímica o biofísica causada por el producto. Determina el daño final a la planta y tiene lugar en el sitio de acción. Los herbicidas con el mismo modo de acción producen síntomas similares en las plantas tratadas. 

Según su modo de acción puede predecirse el espectro de control de malezas, la época de aplicación, la selectividad y si su persistencia en el suelo luego de ser aplicado. En general afectan la regulación del crecimiento, la inhibición de la respiración o la interrupción de procesos metabólicos.

Pero la mayoría afectan la fotosíntesis y la división celular. De los que están disponibles en el mercado, se calcula que 35% interfieren con la fotosíntesis —conversión de energía luminosa en energía química para liberar oxígeno y transformar el CO2 en azúcares—. 

Estos herbicidas inhibidores son productos que actúan sobre las células e inhiben la mitosis, esto significa que detienen la reproducción de las células vegetales. Bloquean las funciones de la plántula para que deje de absorber agua y nutrientes para que finalmente muera. 

Orgánicos 

Un manejo integral implica usar técnicas biológicas y naturales. Como ocurre con los enemigos naturales, es decir, animales superiores, insectos o patógenos. El objetivo es disminuir la población de hierba a niveles que no causen daños económicos. 

No existe una diferencia entre un herbicida biológico y los herbicidas naturales, ya que se trata de una relación normal en el ecosistema que es acelerada y desequilibrada con el propósito de acabar con la maleza. Así de las técnicas utilizadas la FAO recomeinda “la competencia con otras plantas y cultivos, el uso de cobertura viva de cultivos, la siembra de hospederos alternativos de agentes de control biológico de malezas, la identificación y adecuación de lugares o plantas para la invernalización de los enemigos naturales”. 

En la actualidad se comercializan algunos compuestos a base de patógenos, principalmente hongos, llamados “bioherbicidas”. Su principal desventaja es que actúan solo sobre una especie y, por lo general, las infestaciones de yerbajos incluyen a varias.

Herbicidas caseros 

Las alternativas de producción de herbicidas caseros para malezas existen para evitar el uso de productos sintéticos utlizando distintos productos fáciles de encontrar en la cocina como sal y vinagre. 

El acido acético como herbicida se encuentra en el vinagre en una concentración de 5%, cantidad suficiente para matar a algunos tipos de plantas. También existen vinagres que se venden para uso en huertas y jardines que pueden llegar a tener una concentración de 20 a 30% de esa sustancia.

Sin embargo, hay quienes descalifican el uso del vinagre en grandes extensiones de terreno o en parques públicos, pues las concentraciones altas de ácido acético pueden resultar irritantes a la garganta y corrosivas. Eso sumado a que su efectividad es superficial, ya que solo quema la parte visible de las plántulas, pero no las elimina desde la raíz. 

Un herbicida casero no funciona para el manejo de malezas en cultivos industriales como la caña de azñucar, el café, el té, el caucho o el tabaco. Al respecto la FAO recomeinda los herbicidas selectivos como principal medio de control.

Manejo de herbicidas

La FAO prefiere usar el término “manejo”, ya que controlar la maleza implicaría aniquilarla y el tema de fondo no es erradicarlas sino regularlas a un nivel tal que su daño económico sea reducido.

El tratamiento de herbicidas implica conocer los índices de toxicidad, la forma en la que actuará el producto y las consecuencias que puede traer al suelo agrícola.  

Para una aplicación segura y efectiva, la FAO recomienda que el agricultor aplique la dosis adecuada de herbicida, usando una correcta calidad de aspersión, en el momento óptimo y sólo cuando la maleza realmente representen un daño potencial. De aquí que elegir cuándo usar herbicidas o cómo se aplica, depende del tipo de hierba que se quiere atacar, qué tanto ha avanzado su infestación, así como de las características climáticas. 

La mayoría de los herbicidas se formulan para ser aplicados mediante asperjadora con agua como vehículo muy pocos se aplican como formulaciones secas, en forma de granulados. Para aplicar los granulados se usa un aplicador tirado por tractor o de tipo mochila, pero algunos granulados son apropiados para ser dispersados manualmente. 

La aplicación de herbicidas con mochila accionada por palanca es el equipo más usado. Se trata de un tanque plástico que se ajusta sobre la espalda del operador. La capacidad del tanque típicamente varía de 10 a 20 litros, pero la FAO recomienda que el peso total de la mochila llena no debe exceder de 20 kg.

Herbicidas

Este equipo es fácil de operar y de llevar cuando se camina entre surcos a través de vegetación alta. Las desventajas que presenta incluyen: la caída de la presión en la medida que el líquido se va distribuyendo.

La FAO recomuenda que para calcular las dosis de herbicida por litro de agua se tome la cantidad recomendada en la etiqueta que generalmente es de un 1 kilogramo por hectárea, y se multiplique por el volumen del tanque. Este valor se divide entre el volumen de aplicación en 1/ha. 

Resistencia a herbicidas en maleza

Es la capacidad heredable de una planta para sobrevivir a un químico. Actualmente, el número de variedades resistentes es cada vez mayor. En “Manejo de poblaciones de malezas resistentes a herbicidas”, publicado por la FAO, se estima que este fenómeno se ha extendido a todas las zonas agrícolas del mundo. 

Las plantas tolerantes a herbicidas afectan al agricultor porque cambian su programa de control y le quitan la disposición de sustancias activas útiles. En los peores casos, pueden llegar a obligar al productor a cambiar de cultivo para implantar otro en tanto esto solucione la presencia de malezas. 

Herbicidas

Por su parte, los productores de fitosanitarios, así como los distribuidores, no pueden alargar la vida comercial de un producto ni garantizar su eficacia. Por lo tanto es un tema que afecta económicamente a todos los miembros de la cadena de valor. 

Sin embargo, la resistencia  también ha generado aspectos positivos. Así, ha mejorado el  conocimiento de la biología de las distintas especies de malezas, aumentado el conocimiento de los herbicidas y se han adaptado métodos de control integrado, como  los organismos genéticamente modificados que permiten la existencia de cultivos resistentes a herbicidas. 

Aunque son los productos con la más baja toxicidad para el ser humano, no son completamente inocuos y pueden presentar modificación del suelo y del medio ambiente. Sólo su uso informado y responsable los convierte en herramientas fundamentales para la producción masiva de alimentos. 

REFERENCIAS

Manejo de malezas en países desarrollados (FAO) http://www.fao.org/3/t1147s/t1147s00.htm#Contents

Pros & Cons of Herbicides https://sciencing.com/pros-cons-herbicides-4925.html

Control de malas hierbas en agricultura de conservación. https://www.researchgate.net/publication/280577295_Control_de_Malas_Hierbas_en_Agricultura_de_Conservacion

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