Cuidado personal, puramente natural

El sector de los productos de cuidado personal en México crece muy rápido, gracias al aprovechamiento de los frutos que da la tierra.

Sabemos que ocho de cada diez mexicanos utilizan algún producto para el cuidado de la piel, colocando al país como el segundo mercado más importante de América Latina para estos artículos, según el Estudio de consumo y uso de cosméticos 2017.

La Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (CANIPEC) revela que esta industria tiene un valor aproximado de 10,000 millones de dólares en el país y durante 2017 creció a una tasa anual aproximada de 6.5%, es decir, muy por arriba del ritmo de expansión de la economía en general. Pero, ¿sabemos en dónde nace el auge?

Los líderes de esta industria aseguran que hay un segmento emergente de productos fabricados con productos naturales que son cada vez más buscados por el consumidor mexicano. No sólo son más atractivos por ser menos agresivos con la piel, sino que hay una tendencia creciente de ser consumidores responsables y adquirir productos amigables con el entorno.

El nacimiento de empresas que producen cosméticos y artículos para el cuidado de la piel con productos naturales son un elemento crítico en el crecimiento de esta industria. Además, este fenómeno se sostiene en la facilidad para sembrar y cosechar los productos en el país ––incluso en un huerto urbano–– y por la experiencia que existe para producirlos.

Ese es el caso de Gabriela Sada y Gerardo Muzquiz, quienes crearon la empresa Proyecto Botánico en 2014, una marca de higiene personal que ofrece pastas y cepillos dentales, desodorantes, jabones y cremas hechos a base de ingredientes como bicarbonato de sodio, aceites esenciales, carbonato de calcio y aceite de coco proveniente de Colima.

“En la naturaleza encontramos remedios que pueden mejorar el funcionamiento y la salud de nuestro cuerpo. Todos los productos de la tierra nos aportan vitalidad y mejoría. Todo lo que entra en nuestro sistema altera el funcionamiento del cuerpo, por eso creemos que… natural es mejor”, nos explica Sada.

Desde su nacimiento, estos productos han tenido el objetivo de construir consciencia de un estilo de vida que deja una huella de carbono mínima, pues incluso sus envases son biodegradables. Actualmente tienen una tienda en línea y sus productos son vendidos en diferentes boutiques del país que apoyan el emprendimiento nacional.

Otro caso de éxito es el de la marca Vilar creada por Liliana Aguilar, químicofarmacobióloga de profesión que encontró en esta industria una forma de emprender con responsabilidad. Para ella, a pesar de trabajar con productos orgánicos certificados, todo se trata de química porque debe utilizar diferentes sustancias, hacer compuestos, crear reducciones y mezclas acordes para lograr su objetivo.

“Lo que distingue a nuestros productos es que usamos sustancias puras y así reducimos el efecto alergénico. Además, elegimos el producto exacto para el padecimiento que buscamos arreglar. Si queremos ofrecer una función astringente buscamos la corteza del árbol que tiene esa propiedad”, relata Aguilar en entrevista.

Para crear sus productos, Liliana Aguilar también se apoya en la herbolaria mexicana y, al mismo tiempo, utiliza técnicas de laboratorio como el macerado en frío, prensado de semillas, destilación a presión, extracción con solventes (agua), uso de sales minerales compuestas y filtración de extractos con las flores o los tallos de las plantas. También evalúa cuál es la forma cosmética que quiere para su producto: geles, cremas semisólidas, lociones o aceites.

“El diseño de un producto cosmético tienes que verlo de forma integral. Tienes que pensar para quién lo harás, cómo lo vas a aplicar, qué resultado esperas, en cuánto tiempo, qué tipo de envase necesita, y hasta considerar los asuntos legales que debe reflejar el etiquetado. Mientras esto no esté claro, no lo puedes sacar a la venta”.

Estos son dos ejemplos de empresas mexicanas que emprendieron gracias a la abundancia natural de los productos que se dan en México. Estas empresas aprovecharon los beneficios de la naturaleza y le agregaron tecnología para ofrecer un producto exitoso.