La Comisión Europea anunció la renovación del uso de glifosato por una década más. Esta decisión, basada en evaluaciones exhaustivas de seguridad realizadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA), junto con los Estados miembros de la UE, donde se determinó en más de 2,400 estudios que el glifosato no tiene razones críticas de preocupación en la salud de los humanos, los animales o para el medio ambiente; además, no cumple con los criterios para ser clasificado como cancerígeno.
Un benéfico paso para el sector agrícola en Europa
La contribución de este herbicida a la agricultura moderna es innegable, se utiliza para controlar eficazmente las malas hierbas que compiten con los cultivos por recursos esenciales, como agua y nutrientes. Por lo que fue necesario tomar cartas en el asunto, ya que la licencia actual expiraría el 15 de diciembre del 2023.
El uso del glifosato aumenta la productividad agrícola al garantizar que los cultivos reciban los recursos que necesitan, lo que es esencial para alimentar a una población global en constante crecimiento, favoreciendo la producción de alimentos abundantes y asequibles, un pilar fundamental de la seguridad alimentaria. Por otro lado, reduce la necesidad de labranza en los campos, amortiguando el impacto de la erosión en el suelo.
Por último, es importante recordar que la investigación realizada por la EFSA es “la más amplia, completa y reciente realizada a nivel mundial”, esta concluye en que el glifosato es un agroquímico seguro. Al recibir la renovación que aprueba su uso, se estará sujeto a ciertos lineamientos para garantizar la seguridad de quienes lo utilizan.
Fuentes
CNA