Iniciar un huerto en casa puede ser un proyecto muy entretenido, que involucre a toda la familia, en el que todos pueden aprender a relacionarse en directo con la naturaleza y aprender a producir alimentos saludables y ricos.
Para iniciar este proyecto hay que considerar el lugar en donde vas a poner el huerto. Esto podría parecer un impedimento por no tener jardín, balcón o terraza, sin embargo, no es una razón para detenerte ya que también puedes tenerlo en una ventana.
Los huertos urbanos en ventanas se han vuelto una tendencia para que todos puedan cultivar al menos uno de los alimentos que consumen a diario. El sistema hidropónico y vertical ha sido el más utilizado por ahorrar agua, usar poco espacio, reciclar y no ensuciar el interior.
Qué necesito
- Botellas de plástico
- Sustrato
- Agua
- Semillas o brotes
- Cuerda
Utiliza un sistema de riego para que la maceta mantenga humedad y tu cultivo no se pierda. Para crearlo puedes darte una idea aquí.
También es importante que tengan una buena cantidad de nutrientes en el sustrato y que la luz le de directamente por al menos 2 horas.
Las plantas más fáciles de cultivar en interiores son las hortalizas de hoja (lechuga) y las de raíz (rábanos). También puedes considerar las hierbas aromáticas (albahaca, cilantro, tomillo, romero, perejil o menta), las cuales además de darte lo necesario para sazonar tu comida, ofrecerán un delicado aroma natural a tu casa.
Y cuando lleguen las plagas ¿qué hago?
Los ecologistas recomiendan prevenir que en tu huerto lleguen insectos y plantas que afecten tu cultivo, para ello sugieren rotaciones –plantar diferentes cosas en la misma tierra–, asociaciones –sembrar diferentes plantas en la misma maceta–, y uso de materia orgánica como abono. Dicen que lo más ‘natural’ es que haya biodiversidad en los cultivos, que un poco de insectos y otras plantas pueden crear un buen microsistema.
Todo esto suena muy bien, hasta que el huerto al que tantas ganas le hemos echado acaba destruido por bichitos o enfermedades que no son tan amables, así que hay que cuidarlos para que los alimentos que estamos sembrando lleguen a feliz término.
Ciertamente se pueden quitar manualmente los insectos que veamos invadiendo nuestro pequeño cultivo, aunque es difícil para el ojo de una persona común y corriente, sin experiencia agrícola, saber si se trata de uno bueno o uno malo. Lo mismo podemos hacer con la maleza que crezca alrededor: la eliminamos con las manos para que no le quite nutrientes a nuestros alimentos.
La realidad, incluso en los cultivos más orgánicos y ecológicos que hay, es que es necesario el uso de productos bioquímicos para que las plagas no acaben con lo sembrado. José Miguel Mulet, doctor en Química de la Universidad Politécnica de Valencia, en España, asegura que “algunos métodos ecológicos no lo son tanto”, como el Spinosad, insecticida favorito de la agricultura ecológica, que según Mulet es poco específico, mata a abejas y otros insectos beneficiosos, por ejemplo.
La sugerencia es buscar en el mercado productos que combatan las plagas de nuestros pequeños huertos urbanos, sin sentir que estamos atentando contra el medio ambiente, al contrario: estamos contribuyendo con nuestros pequeño huerto. Hay que buscar los productos que sean más amigables con la naturaleza; nuestro recién creado huerto urbano necesita cuidado, prevención y protección.
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Fuentes: planetahuerto.es, elhuertourbano.net, agrohuerto.com