Como hemos dicho ocasiones anteriores, un tercio de toda la comida se desperdicia antes de ser consumida y que con ese “desperdicio” se podría alimentar a casi mil millones de personas (de las cuales 800 millones que padecen hambre crónica en el mundo). Esto no se trata sólo de cultivos desperdiciados, sino de todos esos recursos que se malgastan, como el agua, la tierra y energía.
Pero, ¿por qué es tan importante para una persona como tú reducir o evitar la pérdida o desperdicio de alimentos? Fácil: porque cuando la comida se descompone genera emisiones de metano. Este gas es uno de los que provocan la contaminación ambiental o el famoso “efecto invernadero”. Y sí, el cambio climático nos afecta a todos, incluso daña más a quienes menos lo propician.
La FAO asegura que para combatir este problema es urgente dar un mejor uso a los alimentos que se desechan, pero que aún son seguros para su consumo. Confía más en tus sentidos que en lo que dice la etiqueta, generalmente indica un consumo preferente, no el estado de descomposición del producto.
Es necesario tomar conciencia sobre la pérdida y desperdicio de alimentos, cambiar nuestros hábitos, comprar sólo lo que vamos a comer y empezar a separar los residuos orgánicos de los sólidos para crear compostaje y generación de energías limpias.
Por otro lado, la ciencia y tecnología son las protagonistas en materia de reutilización de residuos o alimentos desperdiciados, por ejemplo:
- En México, una empresa transformó el alimento con riesgo de pudrirse y lo convirtió en un platillo para las vacas y cerdos. Su proceso es microbiológico, es decir, adicionan ingredientes específicos a esos residuos y los tratan hasta obtener un nuevo producto rico en nutrientes para los animales.
Dichos residuos provienen de restaurantes, mercados, la industria de alimentos, comedores industriales e incluso de lo que los viajeros en avión no se terminaron.
- Ingenieros de la Universidad de Clarkson en Nueva York, Estados Unidos, crearon una planta tratadora de comida con la que obtienen calor y energía para su invernadero (del cual se abastece a la cocina del campus). Además, aprovechan el líquido residual como fertilizante. Si te das cuenta, se trata de un ciclo en el que nada se desperdicia.
- Y en Australia la iniciativa privada puso en marcha un centro de gestión de residuos llamado ‘Earthpower’, en donde convierten la basura orgánica en electricidad y fertilizante.
Como ves, la ciencia y tecnología hacen posible dar una segunda vida a lo que desperdiciamos, siendo así las protagonistas en la recuperación del medio ambiente.
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. Fuentes:
FAO. Pérdida y desperdicio de alimentos; Alcance de las pérdidas y el desperdicio de alimentos. En www.fao.org
CleanTech Challenge México. Biotectra. En www.cleantechchallenge.org
Ian Somerhalder Foundation. El desperdicio de comida se puede convertir en energía renovable y ayuda a cultivar verduras. En www.isfoundation.com/es
European Food Information Council. Cómo minimizar el desperdicio de alimentos. En www.eufic.org/article/es