Que un organismo esté modificado genéticamente significa que ha sido manipulado por un humano en un ambiente de laboratorio. Los organismos genéticamente modificados (OGM) se crearon para darles rasgos que naturalmente no tendrían (color, textura), en respuesta a necesidades del mercado (que no se pudran rápido), y para hacer frente a plagas, herbicidas e insecticidas.
Los transgénicos son organismos genéticamente modificados a los que se les han añadido genes de otra especie. Todos los transgénicos son OGM, pero no todos los OGM son transgénicos.
Desde los avances tecnológicos de los años 60 hay muchos OGM en el mercado, como la insulina genética que se administra a los diabéticos, o los cereales que triplicaron su producción desde que empezaron a usar abonos enriquecidos mediante procesos químicos, por ejemplo. Los alimentos que contienen OGM tienen los mismos nutrientes y son idénticos químicamente que los alimentos originales, y hasta ahora no se han encontrado pruebas de un presunto daño a la salud como ya lo señalaron el centenar de científicos ganadores del Premio Nobel en su carta a Greenpeace del año pasado.
Alimentos que consumimos todos los días provienen de OGM y muchas veces no lo sabemos. La Asociación de Fabricantes de Productos Alimenticios de Estados Unidos afirma que entre 70 y 80 por ciento de lo que comemos contiene algún OGM.
A que no sabías…
En México hay productos y alimentos genéticamente modificados que consumimos cotidianamente sin riesgo a nuestra salud ni al medio ambiente. Estos son algunos ejemplos.
Vino
Esta bebida es una de las más antiguas formas de biotecnología en la historia, incluso antes de que la ciencia le pusiera nombre o los grupos ecologistas los persiguieran. Es durante el proceso de fermentación de las uvas que el ser humano desde hace miles de años interviene en la selección de la levadura y los microorganismos para obtener distintas variedades de vino.
Café
El cultivo del cafetal es costoso, además de que muchas veces es atacado por hongos como la roya, que impiden el crecimiento del fruto de donde se extrae el café. Por lo que muchas marcas en el mundo hacen uso de la biotecnología para aumentar la producción, hacer la planta más resistente a las plagas, e incluso crear variedades con menos cafeína o más aroma, por ejemplo.
Salmón
Poca gente lo sabe, pero desde noviembre de 2015, la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó el primer animal modificado genéticamente: el salmón. Se trata del salmón del Atlántico con material genético del salmón Chinook y bacalao de mar, lo que da como resultado un pez que crece más rápido. Viene de granjas panameñas.
Edamame
Casi todo el frijol de soya que se cultiva en Estados Unidos está genéticamente modificado, así como sus derivados y formas de preparación: edamame, leche, carne, etcétera.
Fórmula para bebés
Las leches en polvo especialmente diseñadas para los recién nacidos tienen tanto leche de vaca, como leche y aceite de soya, por lo tanto OGM. Este sustituto de leche materna tiene todos los nutrientes que los bebés necesitan para cubrir su alimentación sin riesgo.
Jitomate
Una de las principales razones para usar OGM en los jitomates es mantenerlos por más tiempo sin que se echen a perder, ya que se desperdiciaba mucho luego que la gente lo desechaba porque no se veía en buen estado.
Papaya
México es el principal exportador de papaya en el mundo, de acuerdo con la FAO, y desde 1999 el Centro de Investigación Científica de Yucatán desarrolló el mejoramiento genético de Carica papaya, lo que resultó en dos variedades de papaya Maradol hermafroditas, que destacan de las demás por su color y tamaño.
Nada de esto es nuevo, desde hace unos 300 años los agricultores y los científicos han estado buscando maneras de mejorar sus cultivos, y la biotecnología es precisamente para eso. Gracias a ella hoy tenemos alimentos nuevos, por las modificaciones genéticas, como la sandía que es muy diferente ahora a la de hace cientos de años.