En los últimos años, la soya ha cobrado más popularidad en la dieta del mexicano; la podemos encontrar en gran variedad de productos para cuidar más nuestra nutrición, así como en productos de estética e higiene.
Esto se debe a que las pequeñas y grandes empresas han encontrado en esta oleaginosa la oportunidad de cubrir distintas necesidades, pues la semilla de soya es rica en proteínas, aceites, lecitina y forrajes. En algunas variedades mejoradas presenta alrededor del 40 a 42% de proteína y del 20 al 22% en aceite, respecto a su peso seco.
La soya principalmente es transformada en harina para la elaboración de alimentos para el ganado. De la semilla también se extrae aceite destinado a consumo humano y usos industriales, como la fabricación de margarinas, mantequillas y chocolates. La soya es un excelente sustituto de carne para las personas vegetarianas.
Seguramente ahora te estás preguntado ¿de dónde proviene la soya? Bueno, de la que se cosecha en México casi el 60% se produce en el estado de Tamaulipas, porcentaje que representa más o menos 85 mil toneladas. Parece ser un número importante pero no lo es tanto en comparación con las más de 3.5 millones de toneladas que importamos anualmente, mayoritariamente de Estados Unidos. La producción de soya nacional podría mejorar si los agricultores contaran con más y mejores recursos económicos y tecnológicos como semillas mejoradas, productos fitosanitarios (fertilizantes y plaguicidas) y mejores técnicas de riego.
Fuente: SIAP. Soya. En www.siap.gob.mx
Comité Nacional Sistema-Producto Oleaginosas. Soya GM en México. En www.oleaginosas.org