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Uso inteligente del agua para producir alimentos

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La porción diaria de alimentos de una persona requiere de 2,000 a 5,000 litros de agua para producirlos. Si esa persona tiene una dieta rica en cereales, cosechar cada kilo de trigo o de arroz que consume implica utilizar 1,000 litros de agua en su producción. Eso es diez veces menos de lo que se usa para producir alimentos de origen animal, pues un kilo de carne gasta 13,000 litros de agua. 

Estos datos son de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que desde 1994 instrumentó el programa AQUASTAT para medir la cantidad de agua que se utiliza en el mundo para la producción de alimentos.

En el planeta, la agricultura de regadío cubre aproximadamente 20 % de la tierra cultivada y contribuye con 40 % de la producción total de alimento. La agricultura bajo riego representa entre 70 % y 80 % de las extracciones totales de agua en el mundo.

La FAO estima que, debido al crecimiento mundial de la población, en 2030 será necesario un incremento en la producción de alimentos cercano a 50 %, y para cubrir esa demanda es urgente aplicar mejores prácticas de aprovechamiento del agua. “En el futuro, 80 % del incremento de la producción agrícola en los países en desarrollo debe provenir de la intensificación: mayores rendimientos e incremento en el número de cosechas por año”, advierte AQUASTAT.

Los países con escasos recursos hídricos basan su oferta en las fuentes no convencionales de suministro de agua, por ejemplo Kuwait, donde el 43 % del agua utilizada es desalada y 10 % es agua residual tratada.

Por ello, la FAO promueve prácticas de “Ahorro y Crecimiento” para difundir técnicas de mayor aprovechamiento de los recursos naturales, como el sistema de arroz y pescado —ampliamente adoptado en China—, en el que los agricultores almacenan peces en arrozales inundados y así obtienen mayores ingresos e incluso mejoran su dieta, sumado a que los peces, mientras se crían, comen insectos, hongos y malezas que de otra manera dañarían el cultivo. Ello,  además, reduce el gasto en pesticidas.

Uso inteligente del agua para producir alimentos

“Un campo de arroz de una hectárea puede producir hasta 750 kilogramos de pescado al mismo tiempo que mantiene los rendimientos de arroz y lleva a cuatro veces más ganancias en los ingresos de las familias rurales. Los beneficios adicionales incluyen fuertes caídas en las poblaciones de mosquitos, lo que reduce un vector de enfermedad grave”, explica la  Guía de Ahorro y Crecimiento de la FAO.

La FAO estima que 90 % del arroz mundial se siembra en hábitats adecuados para el cultivo de arroz y peces, pero fuera de China solo 1 % de las áreas de arroz irrigadas de Asia utilizan el sistema.

REFERENCIAS

AQUASTAT http://www.ib.usp.br/limnologia/textos/aquastat_s.pdf

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