El café es una bebida que data del siglo XIII, en Etiopía, donde por primera vez se tostaron los granos de la planta del cafeto. Desde entonces una taza de café ha demostrado ser compañía, apoyo y siempre un buen pretexto para reunirse con amigas y/o amigos.
Se cultiva en pocas partes del mundo, porque se necesitan condiciones muy específicas para que la planta del cafeto se dé. Hay una región del planeta denominada Cinturón verde del café que por el tipo de terreno, la altura, el clima y las características del suelo resultan idóneas para su crecimiento.
Sin embargo, cada región produce un café diferente por la cruza de variedades que se logran debido a sus características específicas. Por ejemplo, los cafés de América Latina tienen notas sabor a cacao, piloncillo, frutos secos y chocolate, entre otros; el que viene de África tiene toques de frutos, flores y cítricos, mientras que el que se cultiva en Asia sabe más a hierbas y especies.
México es el sexto productor de café en el mundo y en el país se cultiva cafeto en 12 estados: Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, San Luis Potosí, Nayarit, Colima, Jalisco, Querétaro, Tabasco y Chiapas, que genera el 50 % de la producción nacional.
La época de recolección del café inicia en el mes de septiembre y concluye en marzo del siguiente año. El tiempo promedio para que una planta de cafeto produzca un buen café de manera sostenida es de alrededor de tres años. Después puede seguir produciendo café hasta 50 años.
El cultivo del café ocupa el primer lugar como producto agrícola generador de divisas y empleos en México, de acuerdo con la Sagarpa. “Tiene un alto impacto económico y social, toda vez que de este producto dependen casi cinco millones de mexicanos que habitan, en su mayoría, en zonas de alta y muy alta marginación, con un padrón de más de 500 mil productores”.
Cafeína en peligro
Desde hace unos tres años, el hongo de la roya ha atacado los cultivos de cafeto en México, que afecta la habilidad de la planta para producir el grano, que es de donde viene el café. Como consecuencia, la producción de café en México ha disminuido de 3 millones de sacos en 2014, a dos 2 millones que se esperan para este 2017.
La buena noticia es que México es pionero en el control de la roya del cafeto con innovación tecnológica. Enrique Martínez y Martínez, extitular de Sagarpa, declaró en 2012 que se trata de “productos biotecnológicos que, al detener el hongo de la roya, propician una mayor productividad en las cosechas, lo cual permitirá a México mantenerse en el primer lugar en la producción de café orgánico certificado”.
En esa misma ocasión mencionó que “con la integración de acciones para la investigación, innovación y transferencia de tecnología de centros de investigación públicos y privados, se logrará la producción de plantas de café de grano arábiga resistentes a la roya”.
También existen plaguicidas que ayudan a acabar con la roya en los cafetales, como el fungicida DR43, el biofertilizante AITIA.